martes, 14 de abril de 2015

Sobre los dineros: Carta abierta de la Presidenta del ICOMEM

Según los Estatutos vigentes del Colegio de Médicos de Madrid, la Asamblea para presentar la Memoria de actividades y el balance de cuentas del ejercicio anterior debe ser convocada en el primer trimestre del año en curso. Sin embargo, a 14 de abril de 2015 no sabemos "oficialmente" nada de dicha Asamblea.
Como en otras ocasiones (lamentables, por cierto), los colegiados de Madrid recibimos información de la cabeza visible de la Institución, la Presidenta, a través de la prensa. Lo hemos comentado otras veces: la Dra. Sonia López Arribas tiene "prohibida" la comunicación personal con los colegiados. No se puede dirigir a ellos por las vías reglamentarias.
Una vez más, para ponernos al corriente de lo que "se cuece" dentro del Colegio, tenemos que leer la prensa del ramo, en este caso, Sanifax.
Desde este blog, y por nuestro compromiso con la recuperación del Colegio de Médicos para los Médicos de Madrid, queremos contribuir a la difusión de esta carta.
Nos permitimos la licencia de remarcar en negrita lo que nos parece más trascendental, llamativo, irregular o sorprendente



Carta abierta a los Médicos de Madrid de la Presidenta del Colegio de Médicos de Madrid, Dra. Sonia López Arribas


RECAUDAMOS LO QUE SABÍAMOS QUE SOBRABA, Y AHORA NOS ATRIBUIMOS LA BUENA GESTIÓN DE QUE HAYA SUPERÁVIT.

Queridos Colegiados de Madrid,

El próximo 24 de abril se celebrará la Asamblea de Compromisarios del Colegio de Médicos de Madrid para aprobar las cuentas de 2014. O más probablemente no aprobarlas, porque la Asamblea no ha querido aprobarle a nuestra Junta Directiva ni las cuentas del año anterior, ni el presupuesto para este ni para los dos años anteriores. Como veremos, hay motivos más que de sobra para que sigan sin aprobar nada.

Cuando esta Junta Directiva tomó posesión de su cargo en junio de 2012, diría que la mayoría de sus miembros no conocíamos hasta qué punto los presupuestos del Colegio se ajustaban a los gastos necesarios para proporcionar los servicios esenciales a los Colegiados. Apuesto, sin embargo, a que algún miembro de la Junta conocía esos detalles mejor que la palma de su mano.

Fue una sorpresa para la mayoría de nosotros encontrarnos con que, aplicando el control económico-financiero riguroso que impuso el Director General que contratamos al llegar, Antonio Mora, en el primer ejercicio completo en el Colegio, se ahorró (ahorro, no beneficio) más de un millón de euros sobre unos ingresos de cerca de 9 millones. Un factor fundamental en esa ecuación es que una de las principales funciones de Mora, como Director General y después como Asesor de la Junta, era la del control de las empresas externas con contrato en el Colegio.

En 2013, propuse reconducir hacia el interés de los Colegiados una modificación de Estatutos que algunos sospechábamos que beneficiaba a determinados intereses económicos externos y denuncié, en la Asamblea de cuentas de ese año, que la Junta Directiva se encontraba bajo la presión de esos mismos intereses externos. Desde ese momento hasta el día de hoy, colecciono más de cien artículos difamatorios contra mí en un par de medios de prensa digital del sector, siempre los mismos, con presuntas calumnias que nadie prueba. Atención a esos dos medios, que se pondrán en evidencia de nuevo en estas próximas dos semanas. Respecto a Mora, una mayoría de los miembros restantes de la Junta Directiva después de la dimisión de la mitad de los vocales, recurre hasta el Tribunal Supremo para despedirle, pero a día de hoy, sigue sin aportar la menor deficiencia en su gestión… desde la óptica de los intereses de los Colegiados, me refiero.

Lo que ahora sabemos de sobra después de casi tres años aquí, es que el presupuesto del Colegio de Médicos, el mismo que antes de nuestra llegada, está sobredimensionado (vamos a decirlo así) EN MÁS DE UN MILLÓN DE EUROS. Ahorraos la palabrería contable, e id al final de la Memoria, al cuadro de liquidación del presupuesto. Simplificando mucho y en números redondos, si por segundo año consecutivo, para cubrir unos gastos de 8 millones, el Colegio ingresa 9, principalmente a través de las cuotas de los Colegiados, la conclusión es sencilla: estamos recaudando un millón de más.

La clave de por qué negarse a bajar las cuotas, nos la da la edulcorada nota de prensa del Colegio sobre las cuentas. Por cierto, remitida en nombre del Colegio sin mi autorización (preceptiva, según Estatutos), por una agencia de comunicación cuyo coste era una de las novedades en los presupuestos rechazados dos veces por la Asamblea, cuyo contrato nunca he firmado, y cuyo pago lógicamente no estoy firmando. Todo ello, después del despido reconocidamente improcedente del periodista del Colegio. Más despidos, con cargo al dinero de todos los Colegiados.

Pero fijaos en su objetivo, está en negrita: “hacer frente a las obras que debe acometer la institución”. Ahí, disimulada entre otras obras que sí son necesarias, está el quiz de la cuestión: la “adecuación del edificio a la normativa de evacuación y extinción de incendios”. La misma obra que una mayoría de la Junta Directiva aprobó licitar por casi 700.000 euros, sin autorización de la Asamblea ni conocimiento del Ministerio de Educación, propietario de nuestra sede. La misma obra que el Ministerio, cuando se ha enterado, ha prohibido acometer, por tratarse de un edificio histórico protegido. Y la misma obra que el Colegio NO NECESITA para desempeñar su actividad colegial, pero que sí se exige para la licencia del alquiler comercial de salas (¿recordáis que aquí se rodó “Águila Roja”?). Alquiler de salas para actividades ajenas a la medicina que, para colmo, el contrato de cesión del Ministerio al Colegio, resulta que no permite.

Resumiendo: se pretende que los médicos de Madrid paguen una casi millonaria obra para permitir el negocio de una empresa privada externa que se lleva el 75% del alquiler de salas (ahí sí que hay BENEFICIOS), a pesar de que el Ministerio de Educación la ha prohibido expresamente, y de que nuestro contrato de cesión no lo permite.

A estas alturas de partido puede parecer un sarcasmo, pero os aseguro que cuando llegué aquí, creía que el Colegio era una corporación sin ánimo de lucro. Por eso, a la resta de ingresos menos gastos, yo la llamo AHORRO, y no tiene sentido si no es para devolvérselo a los Colegiados. De BENEFICIOS, hablan otros. Los únicos “beneficios” que nos interesan a los Colegiados, son los servicios esenciales que esperamos de un Colegio profesional, y que se nos cobre por ellos la cuota más reducida posible.

Como Presidenta, estoy más que harta de engaños, de maniobras y de negocios encubiertos. Como colegiada, estoy indignada de que se me cobre una cuota un 30% superior a la que cubriría perfectamente todos los servicios esenciales del Colegio, como demostré en la última Asamblea de presupuestos.

Basta ya, señores Compromisarios, de permitir que, en el Colegio, unos pocos hagan negocio a costa de los Colegiados de Madrid. Os animo a que vengáis a la Asamblea a exigirnos cuentas, como es vuestro derecho y deber para con los médicos de Madrid. Tengo mucho más que contaros, que lo que cabe en una carta.

Sonia López Arribas, Presidenta del Colegio de Médicos de Madrid




Fin de la carta abierta de la Presidenta. 
De mi cosecha: los dos medios que se mencionan y que difaman continuamente a la Presidenta y a cualquiera que ose defenderla o meterse con el resto de la Junta Directiva o empresas satélites a la Correduría de Seguros Uniteco Profesional o a esta misma presuntamente son: Acta Sanitaria y el auténtico libelo iSanidad, que no se cortan en añadir lo de "Lo mejor de la sanidad", con un par... También interviene de vez en cuando Consalud. Gaceta Médica, no sabemos por qué, se ha retirado del panorama de "difama que algo queda".
Iba a poner links a los "mejores artículos" pero no, ¿para qué darles la más mínima difusión?


Asunción Rosado
Médico Compromisaria del Colegio de Médicos










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